miércoles, 27 de julio de 2016

PIRINEOS-HOSTALRICH-IGUALADA

Ya son varias las veces que el M22 amarillo y yo ponemos rumbo N y nos damos una vuelta por el Pre-Pirineo catalán, pero esta vez no vamos a ir solos, nos acompañan el ELA multicolor con JC y Pilar a bordo y Francesc y su hijo en su M16 rojo. Los buenos ratos, compartidos, son mejores…
Despegamos de la 35 con un vientecillo digámosle raro para una mañana de Julio, aunque todos pensamos que si nos acompaña mucho rato, al igual hay que modificar la ruta, ponemos rumbo a las montañas. Sobrevolamos la montaña de sal de las minas de Suria y le damos la vuelta al castillo de Balsareny, que sin los andamios de su reforma está mucho más bonito. Paralelos a la carretera vamos progresando hacia Berga y el pantano de La Baells, el altímetro va ganando pies a cada minuto, hay que ir cogiendo altura… y de repente viraje a izquierdas y ahí está, majestuoso como siempre, el Pedraforca. No sé que tiene esta montaña pero desde que tuve la oportunidad de subir a la cima, se ha vuelto especial. Nos vamos acercando, hacemos una pasada a la altura del mirador y ante la expectación de algunos excursionistas seguimos la ladera en busca de la sierra del Cadí. No hablamos mucho por radio, pero de vez en cuando se nos escapa algún “qué bonito”, “menudo paisaje” en el fondo todos pensamos que somos unos afortunados…
Los minutos de vuelo van pasando, hemos ido siguiendo la ladera de la montaña y sin darnos cuenta estamos encima del nacimiento del río Llobregat, hace fresquito, especialmente cuando las pocas nubes que hay se interponen entre los autogiros y el Sol, así que vamos virando al sur. Queremos acercarnos a Hostalrich a tomar un café, con el Montseny al fondo vamos pasando poblaciones, Ripoll, Torelló, Manlleu, Espinelves, Arbúcies…llegamos al Castillo de Montsonís y comunicamos intenciones pero no obtenemos respuesta.

Tomamos por la 13 y tras unos minutos de disfrutar del aire acondicionado del bar y de compartir algunas de las sensaciones vividas entre montañas, volvemos a nuestras máquinas y ponemos el morro rumbo a LEIG, serán sólo unos 40 minutos más de vuelo bordeando el CTR de LELL y la montaña de Montserrat.
Tomamos tierra y tomamos cava como ya es casi costumbre cuando finalizamos con éxito un vuelo como por ejemplo, el de hoy.
Y como el que no quiere la cosa nos apuntamos 3 horas más de disfrute autogirero en el Log book de nuestra vida voladora, ¡¡que no está nada mal!!

Jaume Camps
EC-GO6

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