Los sábados de primavera son fantásticos para nuestras aeronaves, la ventaja de tener cabina abierta se aprovecha al máximo, y hoy pintaba bien. Ayer ya surgieron tres posibilidades de excursión, Binéfar, con el atractivo de los campos de cultivo de regadío; Ainsa, con su pista en medio del pantano, o Alp, en el pirineo. Una vez consultada la méteo, descartamos Alp por viento, Ainsa también pintaba un poco gris, entre algo de viento y riesgo de lluvia, y Binéfar, tenía bastantes números. Total que hoy, como de costumbre a las diez en LEIG.
Ya al llegar, la manga estaba un poco revuelta, pero tampoco se trata de rajarnos a la primera, que uno tiene un poco de dignidad. Sacamos autogiros, prevuelo, y después de comentar con la patrulla el posible destino, hemos optado por Binéfar, que yo soy novato, y para Ainsa, con la méteo de hoy, quizá se necesita más experiencia. Total que cuatro aeronaves, dos autogiros y dos alas fijas, hemos ido entrando en pista, y saliendo desde la 35. La primera parte del viaje, hasta atravesado el puerto de la Panadella, bastantes turbulencias, y un viento en cara de hasta 50 km/h. Después, al entar a la Segarra, todavía viento, pero al menos han desaparecido las turbulencias, y viaje plácido. A la altura de Mollerussa, hemos planteado la posibilidad de hacer toma en ese campo, pero nada, la hemos desestimado. Media hora más, y al acercarnos al campo de Binéfar, aquí el viento ya estaba en calma, por radio nos han indicado que tenían la pista 17 en servicio.
Nos hemos numerado, y hemos ido entrando por orden. Después de aparcar en plataforma de espera de la 17, bajar de las máquinas, sacar los cascos, algo de ropa de abrigo, y estirar las piernas, que empezaban a solidificarse, y paseando, hasta el local del campo de tiro donde nos han atendido espléndidamente.
El regreso ya ha sido “coser y cantar”, viento en cola que ayudaba un montón, y al llegar a Igualada nos han informado que tenían la pista 35 en servicio, con lo que ya nos hemos incorporado por base izquierda, y toma final. Aeronaves en el hangar, y a comer, que se nos estaba enfriando.
Ha sido un buen sábado, he disfrutado mucho de la máquina, y más de la buena compañía, hasta la próxima.
Piloto de EC-GQ3
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