domingo, 15 de noviembre de 2015

UN PRECIOSO DÍA DE VUELO

Hacía un día estupendo, de aquellos que no se pueden desaprovechar, y no lo hicimos...

Llego a LEIG con la idea de ir hasta Castejón de Sos, iba a ser un vuelo en solitario, ya que de toda la patrulla de autogiros, sólo mi M22 podía (y quería) salir a volar. Vicenç con su Zenair se dirigen a Coscojuela, parece que se ha organizado algo, así que cambio de planes y a Coscojuela, quedamos en vernos allí.
No hay nubes, no hay viento, pero un inmenso mar de niebla cubre toda la provincia de Lleida que se puede ver desde Igualada, bordeamos la niebla y poco a poco la vamos dejando atrás. 

El contraste entre la atmósfera cristalina de las montañas de Ager con la niebla que se divisa al fondo es simplemente espectacular, disfrutando de este paisaje las distancias se hacen cortas y casi sin darnos cuenta estamos aterrizando por la 15 de Coscojuela.



Tras saludar a los anfitriones y disfrutar del desayuno que nos ofrece el organizador de la "pancetada" decidimos poner rumbo a casa. Como se vuela tan bien no regresaremos directos, nos apetece dar un rodeo, pero tras unos minutos de vuelo, una propuesta...¿Vamos a comer a La Cerdanya? Pedimos autorización a las familias para alargar el plan de vuelo y...nos la dan, así que rumbo a LECD, tenemos por delante casi 100 km. más de disfrute entre montañas, no nos cansamos de comentar por radio lo bonito que es el día, lo bien que se vuela, lo espectacular del paisaje...¡parece que sea el primer día que salimos a volar!

Aterrizamos por la 07de LECD con viento calma, rodamos hasta la 
plataforma y después de atender a un amable señor que se interesa por el autogiro (y que es piloto desde 1.975!), nos dirigimos al restaurante. 
¡Sorpresa! por motivos logísticos sólo pueden servir 40 comidas, y 
parece que nosotros somos el 41, no habrá comida para nosotros. Tomando un refresco en la terraza pensamos alternativas...llamamos a Pla de Bages y...¡tenemos suerte! nos reservan una mesa. No tardamos en volver a subir a nuestros aparatos, despegue, una buena trepada y vía SW ponemos rumbo a nuestra mesa reservada. Tras 30 minutos de vuelo tomamos 
por la 23.

Tenemos hambre y degustamos el menú con ganas rodeados de pilotos 
venidos de diferentes campos de vuelo, va siendo hora de, ahora sí, 
volar hasta casa. Dejamos la LED45 de Manresa a nuestra derecha y en un periquete llegamos a LEIG, aterrizamos por cuarta vez en el día de hoy y guardamos nuestras máquinas, que ya se merecen un descanso.


Ha sido un día genial, más aún si tenemos en cuenta que es 15 de 
Noviembre y ni ha hecho falta ponerse los guantes, hemos estado en tres campos de vuelo y los motores de nuestras máquinas han estado girando casi 4 horas.

Pronto llegará el frío y las excursiones por el Pirineo no serán la 
mejor opción para los que volamos en autogiro, pero... "que nos quiten lo bailao!

¡Buenos vuelos a todos!

Jaume

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