viernes, 24 de julio de 2015

TROFEO BIELSA-LACORTE CASTEJON DE SOS 2015


Para la Patrulla Avispa, asistir a este trofeo es casi una tradición, y este año tampoco íbamos a faltar. Previa inscripción al evento y reserva de alojamiento para pasar a noche, estábamos citados en el aeródromo a las 08:00 "listo salida", pero una vez más se presentó la niebla, aunque esta vez, fue desapareciendo en lo que tardamos en tomar un café, ¡menos mal!.

Arrancamos nuestros autogiros y... a Castejón. Esta vez cambiaremos el trayecto, ya que Pachi se ha preparado una ruta que desde el norte de LLeida, pasando por el pantano de Santa Anna, seguiremos el curso del río hasta llegar a El Pont de Suert para virar al Oeste hasta nuestro destino. No exagero cuando afirmo que ha sido uno de los vuelos más bonitos que hemos realizado durante mucho tiempo, sobrevolar el río y los pantanos, descubriendo infinidad de recovecos y bellísimos rincones nos ha proporcionado unos recuerdos visuales que no olvidaremos fácilmente. Después de disfrutar cada segundo del vuelo aterrizamos en Castejón ¡Qué pasada, ni nosotros mismos somos conscientes de lo afortunados que somos!

Cuando uno aterriza en Castejón, aparte del fantástico paisaje que le rodea, tiene otras dos cosas aseguradas: la cortesía y la cordialidad de Ángel y Marlies, es esta ocasión no iba a ser diferente, ¡gracias!. Guardamos los autogiros en el hangar y vamos a por combustible, hace un calor nada habitual en la zona ¡Ni en el Pirineo podemos dejar de sudar!



Nos dirigimos al hotel, donde comemos como unos campeones, y después de una corta pero reparadora siesta, volvemos al campo de vuelo. Colaboramos con la organización de la prueba de aterrizajes de precisión...¡seremos los jueces! Las nubes van creciendo, pero las aeronaves participantes en el evento van despegando de dos en dos, nosotros atentos a las tomas, tomamos nota de cada participante, y las nubes siguen creciendo... por suerte la "competición" acaba sin lluvia. Los pilotos se han esmerado, pero ha habido un poco de todo...los jueces comparamos puntuaciones y se deciden los tres mejores aterrizajes, mientras tanto los aviones se tapan y se atan al suelo.

Parece que el dios Eolo, Santa Bárbara y algún otro patrón de las inclemencias meteorológicas se habían reunido también en Castejón, porque en un momento se lió una tormenta de las de verdad, todos recogidos en la "Cabana" pensando "a ver si al menos refresca..." 

Cenamos de lujo en el campo de vuelo, con buena comida y buena compañía es fácil pasarlo bien, ¿verdad?, acabamos el día, o sea, la noche, medio en coche y medio andando hasta el hotel. Eso sí, refrescó.



Es Domingo y el día se presenta espléndido, y para variar...caluroso,¡ muy caluroso!, después de desayunar, cogemos las bolsas y nos vamos dando un paseo hasta el campo de vuelo,sacando los autogiros del hangar, descubrimos con sorpresa que un gotera ha empapado el asiento trasero del M16 de Pachi y María, por suerte parece que no había más goteras, y tanto el Ela de Juan Carlos y Pilar y el M22 del que os escribe no se han visto afectados.

El viaje de vuelta va a tener tres etapas, el primer salto nos lleva hasta Coscojuela, donde llegamos junto a varios  aviones que saliendo de Castejón, han tenido la misma idea que nosotros, pero los anfitriones del campo no están, y nos quedamos sin poder saludarles como era nuestra intención, ¡Que se le va a hacer!. 

Nuestro siguiente destino es Binéfar, dónde nos espera una paella que hemos encargado a nuestro ya amigo Amadeo y a su mujer, que es la que se pelea en los fogones para ofrecernos siempre buena comida.



 Si a veces es difícil describir en palabras las sensaciones de las que disfrutamos volando nuestros autogiros, lo mismo pasa con la paella que nos comimos, por lo tanto, no voy ni a intentarlo, simplemente ¡es-pec-ta-cu-lar!. La tercera etapa del viaje nos lleva a casa, donde llegamos tras unos 50 minutos de vuelo menos movido de lo que cabría esperar. Aterrizamos por la 17 y a los hangares.

Como no podía ser de otra manera, y esta es otra tradición ya, brindamos todos con una copa de cava, por lo bien que nos lo hemos pasado, por lo bien que han funcionado nuestros aparatos y por que hagamos muchas más salidas como estas.

En fin, ha sido un fin de semana genial, ¿Qué más se puede pedir? Pues una cosa, que en la próxima salida, en lugar de tres autogiros... seamos más!!

Felices vuelos,

Jaume, autogiro EC-GO6



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