domingo, 21 de junio de 2015

MI PUESTA DE LARGO AERONÁUTICA EN LA GIROSPAIN15

MI PUESTA DE LARGO AERONÁUTICA
Después de una semana llena de incertidumbres y predicciones de mal tiempo contra nieblas, vientos y lluvias salimos de LEIG a las 9.00h rumbo a San Torcuato donde este año 2015 se celebraba la 3ª edición de la GIROSPAIN.¡Comienza la aventura! Cuatro autogiros y un ala fija iniciamos el vuelo. A medida que nos íbamos acercando a Lleida la neblina que se nos aparecía lejana fue adquiriendo una densidad impenetrable con lo que no hubo más remedio que, aprovechando una ventana, tomar altura suficiente para sobrevolarla. Fueron sólo unos minutos aunque de una intensidad y belleza indescriptibles. Al poco rato estábamos sobre la comarca de los Monegros con su paisaje tan peculiar que nos recordaba las películas del oeste.
Unos minutos después, primera parada técnica: Villanueva de Gállego ya nos esperaba con todo preparado para efectuar el primer y único repostaje previsto del día, sin perder un minuto (tal cual la F1). Agradecemos la amabilidad y diligencia de los amigos que nos atendieron.
Retomamos el viaje hacia nuestro destino, San Torcuato, para intentar llegar cuanto antes ya que se prevé un empeoramiento del tiempo en la zona de la Rioja. Llegando a Logroño comunicamos con el control de Argoncillo que nos desvía unos grados al sur para evitar la zona militar y vamos derechos a las montañas en donde la meteo nos enseña sus dientes. Un tiempo tormentoso nos rodea y hace que los pilotos den lo mejor de sí para sortearlo. ¡Salvados por los pelos!
La llegada a San Torcuato es magnífica, realizando todos una toma perfecta en la ancha y extensa pista de hierba. Ya desde el aire la estampa que ofrece este campo es preciosa y una vez en tierra no desmerece en absoluto. Es la recompensa, ¡objetivo alcanzado! Por lo anticipado de nuestra llegada nadie en el campo excepto Polín, nuestro anfitrión, que desde el minuto cero nos atiende exquisitamente como si fuéramos propiamente de la familia, ofreciéndonos además un hangar para cobijar los autogiros, cosa que vino muy bien cuando más tarde llegaron las lluvias, ¡y al día siguiente con granizada incluida!
Cubrimos los aparatos con sus fundas protectoras, cargamos equipaje para el traslado al hotel. Nos acomodamos una parte en el taxi y el resto en el coche particular de Carmen. Pero sólo nos detenemos un momento para dejar los trastos y continuar hacia el centro ciudad para comer. Después de tomar los cafés en una terraza próxima, se nos pone a llover con lo que decidimos coger el bus local que nos acerca al hotel.
Inscripción y mini siesta para relajarnos un poco del viaje, aunque no todos están igual de fatigados. Nos reunimos de nuevo en un céntrico bar de pinchos. Mmmmm....¡que ricos!, aunque el pimiento pica, pero pica pica ...ffffff... que calor!! Paseamos un poquito por los alrededores de la plaza mayor, donde hay profusión de tascas y ambiente relajado. ¡Esta gente saben vivir! Seguimos andando, aunque a Pepe no le hace mucha gracia..., y sin darnos cuenta ya estamos de nuevo en el hotel. A recogerse todo el mundo y quedamos hasta el día siguiente para almorzar y traslado al campo.
Sábado 13, día cumbre de la reunión de autogiros. El traslado al campo ha sido un poco de película de los hermanos Marx. No hay taxis. Suerte hemos tenido de Alfredo que se ha ofrecido desinteresadamente a hacer dos viajes para llevarnos en su coche particular al campo. Ya no queda gente así...o tal vez sí. ¡Gracias Alfredo!
Una vez en el campo desfile de autogiros para hacer la parada y el posado para las fotos y vídeos preceptivos. Este año con la novedad del dron de Polín que augura un reportaje de lo más espectacular. Se han añadido al grupo diversos autogiros que van llegando volando y también por tierra, como el caso del Girabet-II de nuestro compañero de Igualada Sebastià, aunque también hay que decir que nos ha hecho demostración en vuelo.
Poco a poco se va llenando el campo para el posado fotográfico. El tiempo está amenazante y eso hace que la afluencia no sea todo lo abundosa que se esperaba. Pero los valientes son los protagonistas, y todos lo celebramos efusivamente.
A la hora de la comidita en el campo, que nos preparan con esmero y saber culinario Carmen y sus colaboradores, se lía la del pulpo, meteorológicamente hablando. Una demostración de poderío con lluvia, viento y granizo ameniza la tarde, aunque sin mayores consecuencias. Ya habíamos previsto parar las mesas en el interior del bar.
A la hora del café entrega de las tradicionales placas conmemorativas a diversos pilot@s que por su singularidad acordó la organización que eran merecedores.
En resumen una jornada entrañable llena de buen rollito, buena gente y sobretodo un tributo a nuestra gran afición que son los autogiros.
Por la noche quedaba la cena de gala con la que poner rúbrica a este día tan remarcado.
Pero antes no quiero seguir sin hacer mención a un evento que paralelamente tenía lugar en esta tarde de sábado, al que tuve ocasión de asistir por primera vez en mi vida. En la plaza de toros municipal se celebraba una corrida a cargo, entre otros, de Francisco Rivera “Paquirri”, y claro, no iba a dejar pasar una ocasión así. Así que ya me tenéis del brazo de Pepe y Polín a ver los toros. Excelente y singular espectáculo que no pudo redondearse debido a la irrupción de nuestra amiga la lluvia, aunque sí hubo tiempo para uno y precisamente de la mano del maestro “Paquirri”. En fin, una tarde llena de emociones para recordar.
Pero a lo que iba, la cena a base de parrillada de carnes, chorizo y morcillas de la tierra deleitó nuestros paladares y puso el broche a la jornada.
Ya sólo quedaba despedirnos y desearnos los mejores vuelos a todos y empezar a pensar ya en el próximo año, para el que ya se apunta como candidato el campo de Totana en Murcia.
A la mañana siguiente, ya sí con el taxi en la puerta, fuimos desfilando hacia el campo y preparando dos salidas distintas para el grupo: Los que regresábamos a casa, tres autogiros, y los que seguían viaje hacia el sur (“allí abajo”), empezando la GIROCASAL 2015, con toda la semana por delante de vuelos y aventuras para los dos autogiros restantes y el ala fija. ¡Suerte y nos vemos a la vuelta!
El regreso a casa fue un poco más tranquilo que la ida, con un tiempo más favorable y un ligero viento en cola que agilizó el viaje.
¡Qué gozada! Los tres autogiros que regresamos, unos a LEIG y Pepe a Moià, en un día soleado y con una luz espectacular. Jornada inolvidable de vuelo. A nuestros pies los espléndidos viñedos de La Rioja que se antojaban como un patchwork gigantesco de tonalidades ocres a verdes unidos caprichosamente para deleitar al observador.
Habíamos contactado con nuestro compañero Vicenç de Igualada para quedar en vernos en el campo de Binefar a la hora de comer. Así lo hicimos y previo paso preceptivo por Villanueva de Gállego para el repostaje, pusimos rumbo a Binefar.
Allí saludamos a nuestros compañeros y, después de comer las exquisiteces a que nos tiene acostumbrados nuestro anfitrión Amadeo, continuamos hasta LEIG sin más novedad.
Ahora a esperar el regreso de los expedicionarios del sur. Tendremos preparada, como es costumbre, una comidita de celebración (gambitas, sepia, navajas,...) por la vuelta de las avispas al panal y disfrutaremos del post-vuelo reviviendo emociones y aventuras, con ganas ya de planear la siguiente salida.
Esta ha sido mi “puesta de largo aeronáutica”. Tenía 8 horas por delante no exentas de nuevas sensaciones y vivencias apasionantes que el vuelo me iba deparar. Ha habido momentos de temor, respeto, precaución, tensión , pero...... una experiencia con buena llegada con la pericia de mi piloto y una sensación total de haber podido hacer realidad ese sueño compartido de poder volar todos juntos hacia un objetivo común saboreando todos los momentos.
Àngels P. de Jordi




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