VILLAMARCO-VALLE AMBLES girocasal14

Hola amigos, para continuar con el viaje de la Girocasal 2014 os diré que después de una noche fabulosa con la familia y los amigos nos fuimos a Vegaquemada, a las casitas de madera que habíamos reservado para pasar la noche, un sitio encantador nos esperaba y además lleno de sorpresas. Las casitas constan de una habitación con un espacio reservado para relax con un sofá triple para zona de lectura, TV ,o preparar el plan de vuelo del día siguiente, un cuarto de baño completo y os aseguro que en su interior la sensación de paz y tranquilidad te emvuelven por completo, será la combinación de la madera y de la paz que hay en el entorno, una cabaña por pareja, justo a la derecha de estas un edificio que alberga la cafetería y el restaurante, en frente del conjunto otro edificio,todos ellos de piedra y madera, esté a las copis les encantó un conjunto de gimnasio, sala de masajes y una piscina SPA, pero, grandísima todo esto incluido el trato exquisito de Javier, hace que te cueste marcharte o que entren ganas de volver, todo, incluido el desayuno montañés, me da vergüenza decir el precio, mejor que laméis.

Al día siguiente después del SPA, el desayuno y las despedidas de rigor rodamos en dos coches hasta el campo que está un poco lejos, habrá que hacer uno al lado, llegamos a Villamarco donde nos esperaban Carlos y Nuria que se portaron fenomenal como siempre, las máquinas repostadas del día anterior hace que la salida sea mucho más ágil, nos disponemos a emprender el vuelo hacia Valleambles, muy cerca de Ávila con los motores ya calientes Pilar/Juan Carlos con un autogiro, Nuria/Josep y Patricia/Llorenç con un ala fija y María y yo con otro autogiro, visto y no visto estamos ya todos en el aire, pasada de cortesía y rumbo a destino.
El paisaje, totalmente diferente a lo que habíamos visto hasta el momento, la meseta cerealista de Castilla es como el mar pero sin agua, os cuento un secreto, es tan plana y hay tantos sitios alternativos que aveces deseaba que se me parara el motor para hacer una toma, el P 96 mucho más rápido que nosotros nos hacia de punta de lanza informando de lo que nos íbamos a encontrar, sin darnos cuenta estamos ya muy cerca del campo, después de pasar por unas dehesas de toros bravos que me quitaron las ganas de una toma fuera de campo vaya cuernos, parecían los manillares de las Harleys que ruedan por América. Con el campo a la vista y en escrupuloso orden fuimos tomando donde nos esperaban ya Llorenç y Patricia.
En el campo de Valle Ambles estaban Antonio y Eduardo con su hijo que dentro de cuatro días vuela sólo, un crio listísimo, todos ellos una gente encantadora que se desviven por satisfacer tus necesidades, están preparando unos apartamentos para que los pilotos que les visiten se puedan quedar en ellos, todo un lujo a 40 mt del hangar, Eduardo y Antonio nos acercan hasta Ávila donde teníamos reservado un hotel de ensueño El Palacio de los Velada, subimos las cosas a la habitación y a ver esta maravillosa ciudad buscando un sitio donde poder seguir los consejos de Eduardo " chuleton de Ávila" Dios mío solo le faltaban los cuernos vaya pedazo de carne, todos los compis hicieron quedar el pabellón bien alto y no dejaron nada en el plato, parece increíble que eso quepa dentro de una persona.

Visitamos la ciudad de arriba a bajo murallas incluidas y en cada rincón descubres algo que te sorprende, cuanta historia entre estas piedras, no se quien lo dijo pero tenía toda la razón, acabamos la noche tomando una copa en el patio interior del palacio, que lujo, un sitio con tanta historia y con unos maravillosos amigos, poder formar parte de una historia nueva. Mañana salimos para Marugan.

REDACTADO POR: PATXI RODRIGUEZ